Blogia
urdinia

Iluminados

Iluminados

Durante toda la historia, o por lo menos desde que existe constancia escrita de ésta, han existido los esclavos. Siglo tras siglo, algunos seres humanos han usado a otros como si de animales o máquinas se trataran privándoles de derechos y de sentimientos. En los escasos 7 años de siglo que llevamos de este, el número 21 después del nacimiento de cristo, algunos podrían decir que es el único siglo en el que no ha existido la esclavitud, o cuando menos no de manera expresa. Es este termino el que despierta dudas; determinar cual es la manera suficientemente expresa para definirla como tácita. La respuesta esta en uno mismo, eso es obvio, pero los muchos cientos de millones de personas que vemos claramente el nuevo estilo de esclavismo del que somos víctimas demostramos en consecuencia que el siglo XXI no esta carente de esclavitud. Hay quienes dirán que no somos esclavos porque somos libres; que podemos no seguir los mandatos del nuevo orden mundial y ponernos un taparrabos y huir a la selva. Pero cuando les preguntas a que selva puedes ir y cómo ... las respuestas convierten la conversación en un dialogo de besugos. ¿Se imaginan a Nelson Mandela diciendo que los negros son libres porque se pueden poner un taparrabos y huir a la selva? Está claro que el que vive engañado no tiene solución así que olvidémonos de ellos y centrémonos en los que importan, en los "videntes"; en los que aun tenemos ojos para ver. El nuevo orden mundial, es la segunda fase de un plan terrorífico ideado por un grupo de intelectuales ( iluminados o illuminatis ) hace ya unos siglos. Este nuevo orden mundial al que algunos "videntes" erróneamente han denominado Globalización, ciertamente es un gobierno descentralizado pero muy bien articulado y consolidado. Sin duda tiene más poder que la mayoría de los gobiernos soberanos, y es en Estados Unidos de América donde reside su mayor fortín. Su fundamento es la esclavitud. Parten del hecho de que ninguna máquina puede sustituir al ser humano de un modo general en la ejecución de las tareas fundamentales que sustentan el bienestar. Este fundamento se estableció en el siglo diecisiete, cuando la revolución del saber despertaba las más controvertidas inquietudes entre los intelectuales de la época. La revolución francesa, la caída de las monarquías y del sistema feudal dieron paso a la primera fase, la revolución industrial, del plan más terrorífico jamás esgrimido. Este fundamento hoy en día aun es valido ya que nuestra tecnología no está al alcance de obtener un sustituto intelectual del ser humano. Podemos sintetizar muchos de los procesos que somos capaces de reconocer mediante computadoras, e incluso, mediante inteligencia artificial podemos controlar muchas de las variantes de estos procesos; pero el ser humano hoy por hoy es el único que puede llevar a cabo ciertas tareas, tanto intelectuales como físicas.

Todo este plan partió de una sencilla pregunta: ¿Que ocurriría si desarrollásemos máquinas inteligentes capaces de sustituirnos en los puestos de trabajo? Lo más probable es que en un principio unos pocos tendrían una calidad de vida extremadamente buena y una inmensa mayoría ( los que menos máquinas de este tipo tuvieran en su poder ) vivirían en la más penosa miseria. No obstante, con el paso del tiempo quizá podría darse la circunstancia de que algunos gobiernos ( más cercanos a las inquietudes de su pueblo ) decidiesen disponer de máquinas de este tipo capaces de crear replicas de sí mismas y de obedecer a una conducta de beneficio general sirviendo a los seres humanos y creando así una sociedad justa con un alto grado de bienestar. Probablemente, con el tiempo nos volveríamos imbéciles y acabaríamos destruyéndonos entre nosotros, o quizá no, quizá tendríamos más tiempo para reflexionar sobre nosotros mismos y evolucionaríamos a mejores personas.

Bien, volvamos al mundo real. Esta fantasía no esta a nuestro alcance por el momento, por eso mientras caminamos hacia el nivel tecnológico que nos permita llegar a ese estatus de bienestar, podemos hacer lo mismo pero con seres humanos. Olvidémonos de que son humanos y pensemos que son máquinas. Es un ejercicio bastante sencillo y al alcance de todos. Pero ... ¿como determinamos que humanos harán las funciones de máquinas y cuales no? Pues muy sencillo, los que demuestren mayor fortaleza mental para soportar la presión de un alto ritmo de trabajo serán las maquinas, los que tengan capacidad de manipular las mentes y al mismo tiempo carezcan de inquietudes personales serán quienes organicen y manejen las máquinas, y finalmente de éste último grupo quienes demuestren una convicción clara de que "el sistema" es lo mejor para todos, tras un exhaustivo examen y siempre que haya vacantes, podrán optar a formar parte de la elite. Otros, quienes de alguna manera obtengan un gran poder económico o social, o de algún modo sean una amenaza para "el sistema" serán persuadidos de unirse a la elite, si reuniesen las condiciones necesarias, o de lo contrario serán eliminados. Tan sencillo como esto, ni más ni menos.

"Es lo que hay", "así es la vida" etcétera, son las frases de resignación que nos decimos entre nosotros para consolarnos. Pero como dice el refrán, "consuelo de muchos ... consuelo de tontos". De eso se valen.

0 comentarios